Por qué la estrategia de marca en automoción está rota (y cómo repararla antes de que sea tarde)6/10/2025 Por qué la estrategia de marca en automoción está rota
En el pasado, la marca de un coche se forjaba con caballos de potencia, cromados y una historia de victorias en circuitos. Hoy, no. Hoy las reglas han cambiado. Y lo que se ha roto —aunque muchos en el sector no quieran verlo— es la estrategia de marca. No porque no haya marketing. No porque no haya inversión. Sino porque la mayoría de marcas automovilísticas ya no saben lo que son, ni para quién, ni por qué. Y si tú estás dentro de una marca, o en su red comercial, y no te haces estas preguntas cada día, estás conduciendo con los ojos cerrados.
Cuando todo el mundo grita, nadie escucha: En 2025, prácticamente todas las marcas del mercado comunican lo mismo: sostenibilidad, tecnología, emoción, diseño, conectividad, futuro. Lo han convertido en un eslogan genérico y sin alma. ¿Y sabes cuál es el problema? Que los clientes no son tontos. No necesitan que les hables de electromovilidad si no saben qué va a pasar con su punto de carga. No quieren oír hablar de ADN de competición si el motor es compartido con cuatro marcas más. Y desde luego, no conectan con una marca que cambia de claim cada seis meses como quien cambia de camisa. Las marcas se han obsesionado con parecer modernas… pero han olvidado parecer auténticas. ¿Qué ha roto la estrategia de marca de coches?
En 2023, en un focus group interno para una marca alemana, se pidió a usuarios que identificaran vehículos premium de tres marcas distintas (todas alemanas) sin logos. El 68% no supo distinguir entre ellas.
Diseños similares. Pantallas parecidas. Interfaces casi calcadas. Si tu propuesta de valor solo se sostiene con un logotipo, no tienes marca. Tienes un producto más. Por ejemplo, Polestar no ha nacido con historia de competición, ni con décadas de fidelización. Pero ha hecho lo que muchas tradicionales han olvidado: – Tener una narrativa clara (escandinava, minimalista, tecnológica). – No hablar de coches, sino de impacto. – Y alinear producto, diseño, comunicación y canales. No es solo el coche. Es la coherencia.
La ruptura de la estrategia de marca no se da solo en marketing. Se da en el último kilómetro. El más importante. Donde el cliente pregunta, duda, compara y firma.
¿Sabes cuántos comerciales hoy son capaces de explicar qué representa su marca más allá del coche? Pocos. Muy pocos. ¿Y sabes por qué? Porque nadie se lo ha explicado. Nadie se ha preocupado por bajar esa narrativa a tierra. La marca vive o muere en boca de quien la representa. Si el canal está desconectado, da igual lo que pongas en LinkedIn o en YouTube.
¿Cómo se repara una marca rota?
¿Y cómo puedo ayudarte yo?
Aquí es donde entra la consultoría estratégica de automoción. Desde mi experiencia cruzando diseño, ingeniería, marca y negocio, acompaño a marcas, grupos y concesionarios a recuperar su sentido, afilar su identidad y alinear todos sus puntos de contacto. Porque si no tienes claro quién eres, el cliente tampoco lo tendrá. Y en un mercado donde el producto ya no basta, una marca sin estrategia es una marca sin futuro. Si lideras una marca o estás en su canal de distribución, este es el momento de revisar tu narrativa, de entender qué estás contando al mercado… y a ti mismo. Y si no sabes por dónde empezar, o si crees que todo esto “ya lo tienes hecho”, ahí tienes el primer síntoma del problema.
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