FMEA en automoción
Si acabas de aterrizar en automoción o estás preparando tu primera entrevista en un Tier 1, OEM o consultora técnica del sector, hay tres letras que te van a perseguir en fichas, documentos, presentaciones y reuniones: FMEA. Suena a sigla árida. Y lo es. Pero también es una de las herramientas más potentes que existen para evitar que un coche falle antes de llegar a la calle. ¿No sabes lo que es? Tranquilo. No estás solo
¿Qué es FMEA y por qué es tan importante?
FMEA significa Failure Modes and Effects Analysis, en español: Análisis Modal de Fallos y Efectos. Es una metodología sistemática usada para identificar posibles fallos en un producto o proceso, evaluarlos y actuar antes de que ocurran.
¿La idea? Prevenir antes que lamentar. La industria del automóvil no se puede permitir errores que afecten a la seguridad, la calidad o la imagen de marca. El FMEA es una especie de "bola de cristal técnica" para imaginar cómo y por qué algo puede salir mal... y evitarlo antes de que lo haga. ¿Cómo se aplica el FMEA? Caso de uso: sistema de frenado
Imagina que estás diseñando el sistema de freno de un SUV híbrido. Lo más obvio es que debe frenar bien. Pero el FMEA no pregunta solo por lo evidente. Lo que te pregunta es:
– ¿Qué pasa si el latiguillo de freno vibra más de lo previsto y se agrieta? – ¿Y si el líquido se contamina en una línea de producción en México? – ¿Y si el sensor de desgaste se queda desconectado en el montaje? – ¿Qué impacto tendría cada fallo? ¿Se detectaría? ¿Cómo lo evitamos? A cada posible modo de fallo, el equipo le asigna una severidad (S), una probabilidad de ocurrencia (O) y una capacidad de detección (D). Multiplicando esos tres números obtienes un índice de riesgo (RPN). Cuanto más alto, más prioridad para actuar. No se trata solo de imaginar catástrofes, sino de ordenarlas, priorizarlas y diseñar controles efectivos. ¿Y quién hace el FMEA?
Aquí es donde muchos se equivocan. El FMEA no lo hace un ingeniero en solitario, ni lo decide una IA, ni lo entrega el proveedor como una tabla más. Se hace en grupo, en equipo multidisciplinar. Diseño, calidad, manufactura, proveedor, validación... todos sentados en la misma mesa, detectando los puntos débiles antes de que exploten en serie.
Por eso, aunque tú seas joven, nuevo o junior, tienes que entender cómo funciona. Porque te van a pedir que contribuyas. Que pienses. Que cuestiones. Y si lo haces bien, es una forma brillante de ganar visibilidad desde el principio. ¿Qué tipos de FMEA existen?
En automoción distinguimos varios:
Por ejemplo, Bosch desarrolló junto a BMW el módulo de frenado electromecánico (el iBooster) para sus vehículos electrificados. Antes de llegar a producción, más de 700 modos de fallo potenciales fueron analizados con FMEA.¿El resultado? No solo se evitaron fallos graves, sino que la fiabilidad del sistema ha sido tan alta que ha servido de base para vehículos autónomos, donde el fallo de freno no es una opción. El FMEA, bien hecho, no es burocracia. Es ingeniería responsable.
¿Cómo se aprende FMEA?
La teoría es sencilla. Lo difícil es el criterio.
Muchos ingenieros cometen dos errores típicos:
Entonces, ¿cómo te lo pueden preguntar en una entrevista? Muchos entrevistadores te lo lanzan así: – ¿Qué sabes de FMEA? ¿Lo has hecho? ¿Cómo priorizas los riesgos? No quieren una definición de Wikipedia. Quieren saber si entiendes que el mayor fallo no es el más grave, sino el que no se detecta. Y que la prevención cuesta poco comparada con una campaña de retirada. ¿Qué puedes responder si no tienes experiencia? Algo como esto: "No lo he aplicado directamente, pero entiendo que el FMEA se usa para anticipar posibles modos de fallo, clasificarlos por riesgo según su severidad, ocurrencia y detección, y tomar medidas preventivas antes de lanzar un producto. Sé cómo funciona un RPN y la diferencia entre un DFMEA y un PFMEA. Y estoy preparado para participar activamente en uno en cuanto tenga ocasión." Eso, dicho con seguridad, te coloca por delante del 80% de juniors. Porque si estás en un Tier 1, el FMEA es tu principal defensa cuando el cliente te reclama algo. Y si estás en un OEM, el FMEA es tu base documental cuando firmas que el coche está listo para producción. El FMEA no te cubre legalmente si está mal hecho. No es papel mojado. Es criterio, análisis y trazabilidad. Todo esto —cómo se estructura una validación robusta, cómo se previenen errores en cascada y cómo posicionarte como joven profesional con visión completa— lo tienes desarrollado en profundidad en mi libro: “Domina el negocio del automóvil: Guía completa de estrategia y diseño de coches”, donde el FMEA es solo uno de los eslabones de un sistema bien diseñado.
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