El lenguaje de diseño de Mercedes-Benz: historia, claves estilísticas y evolución hacia el futuro

El lenguaje de diseño de Mercedes-Benz: historia, claves estilísticas y evolución hacia el futuro

Hablar del lenguaje de diseño de Mercedes-Benz es entrar en un universo donde la tradición convive con la vanguardia, y donde cada trazo responde no solo a una estética, sino a una filosofía de marca que se ha ido construyendo durante más de un siglo. Mercedes no diseña coches: diseña símbolos. Y detrás de cada curva y cada proporción se esconde un relato que conecta con el lujo, la innovación y la seguridad, tres valores inamovibles en la identidad de la firma alemana.


Desde mi propia experiencia en Shevret, trabajando en proyectos de styling para fabricantes exóticos de tiradas pequeñas, aprendí lo que significa crear un lenguaje de diseño coherente: no basta con dibujar líneas bellas, hay que transmitir un mensaje que se reconozca al instante. Ese mismo principio es el que Mercedes ha llevado a un nivel superlativo, convirtiendo su diseño en un código visual universal.


Los primeros Mercedes del siglo XX eran vehículos nacidos desde la ingeniería pura. El diseño estaba subordinado a la función, con carrocerías rígidas, verticales y sin apenas concesiones estéticas. Sin embargo, ya entonces había un germen diferenciador: las proporciones equilibradas y la obsesión por el detalle.


El verdadero salto estético llegó a mediados de siglo, cuando Mercedes entendió que el automóvil debía comunicar emociones. Modelos como el 300 SL “Gullwing” de 1954 marcaron un antes y un después, no solo por su mecánica avanzada, sino por unas líneas que hoy siguen siendo icónicas. Ese coche no era un producto más: era un manifiesto de que Mercedes podía emocionar tanto como innovar.
​

El principio de “Sensual Purity”

En 2009, con la llegada de Gorden Wagener como jefe de diseño, Mercedes consolidó lo que hoy se conoce como “Sensual Purity”, su filosofía estética contemporánea. Este enfoque busca combinar superficies limpias y fluidas con proporciones poderosas, eliminando líneas innecesarias y dejando que la forma hable por sí misma.


En términos prácticos, esto se traduce en carrocerías con volúmenes musculosos, transiciones suaves y una fuerte presencia tridimensional. La idea es clara: el coche debe ser elegante, pero también emocional, y siempre reconocible como un Mercedes desde cualquier ángulo.


Lo fascinante de esta filosofía es cómo ha logrado aplicarse tanto a un Clase S, máximo exponente del lujo corporativo, como a un AMG GT, concebido para la pasión deportiva. En ambos casos, el ADN es inequívoco.

Hablar del lenguaje de diseño de Mercedes sin mencionar algunos de sus símbolos sería imposible. La parrilla frontal, por ejemplo, ha evolucionado desde las formas verticales de los años 30 hasta la icónica “Star Grille” actual, dominada por la estrella de tres puntas en el centro. Esa parrilla es un signo de identidad, tanto como lo es el diseño de los faros, que han pasado de ser circulares y separados a auténticas esculturas tecnológicas con iluminación LED y digital.


Otro elemento recurrente son las proporciones. Mercedes ha defendido siempre la regla del cab-forward en berlinas, con un capó largo, habitáculo retrasado y voladizos cortos. Es un gesto clásico que proyecta dinamismo incluso en modelos de corte más sobrio. En SUV y eléctricos, esta proporción se adapta, pero nunca desaparece por completo.


En mi paso por Shevret entendí muy bien la importancia de estos “gestos” visuales. Cuando trabajas en fabricantes pequeños, necesitas crear rasgos únicos que permitan al coche ser reconocido sin necesidad de logotipo. Mercedes ha dominado esta disciplina hasta el extremo: basta con ver la silueta de un Clase E o los hombros traseros de un GLE para identificar la marca.

Mercedes en la era eléctrica: ¿cómo evoluciona su lenguaje de diseño?

El salto hacia la electrificación ha supuesto un desafío inmenso para todas las marcas. Los motores eléctricos permiten arquitecturas diferentes, con menos necesidad de parrillas y mayor libertad volumétrica. Mercedes ha respondido con el EQ Design Language, una reinterpretación de su filosofía que apuesta por superficies aún más limpias, detalles aerodinámicos integrados y una estética futurista, aunque no exenta de polémica.
En los debates que seguimos en mi comunidad privada, muchos ingenieros y diseñadores coinciden en que los modelos EQ han generado división. Para algunos, son demasiado minimalistas y rompen con la elegancia clásica de Mercedes. Para otros, representan el camino inevitable hacia una estética post-mecánica. Lo cierto es que Mercedes, como siempre, busca adelantarse a la percepción del cliente: hoy quizá parecen disruptivos, pero dentro de una década podrían verse como el nuevo canon.

El lenguaje de diseño de Mercedes no se limita a la carrocería. El interior ha cobrado un protagonismo creciente, especialmente con la llegada de la Hyperscreen, ese panel digital que cubre todo el salpicadero y redefine el concepto de habitáculo. El reto de los diseñadores ha sido integrar tecnología avanzada sin perder calidez, y aquí el concepto de lujo sensorial cobra fuerza: materiales nobles, iluminación ambiental personalizable y ergonomía que refuerza el confort.


Un detalle que siempre me ha parecido fascinante es cómo Mercedes usa la luz. No solo en la firma lumínica exterior, sino en la ambientación interior, donde juega con más de 60 tonalidades para reforzar estados de ánimo o experiencias de conducción. Este tipo de recursos muestran que el diseño ya no es estático, sino interactivo.


El lenguaje de diseño de Mercedes-Benz es, ante todo, una narrativa visual que ha sabido evolucionar sin perder identidad. Desde la sobriedad ingenieril de sus orígenes hasta la “Sensual Purity” actual y los códigos futuristas de la era EQ, la marca ha demostrado que un diseño puede ser atemporal y disruptivo al mismo tiempo.


Mi experiencia diseñando en Shevret me enseñó que el verdadero reto no es crear un coche bello, sino un coche que hable un idioma propio. Mercedes lo ha hecho durante más de 100 años, y esa coherencia explica por qué sigue siendo una referencia estética en la industria automotriz.


Si quieres profundizar paso a paso, apúntate gratis al Programa avanzado en Estrategia y Diseño Automotriz, online, 100% gratuito y con diploma certificado.

Preguntas frecuentes sobre el lenguaje de diseño de Mercedes

• ¿Qué significa “Sensual Purity” en Mercedes-Benz? Es la filosofía de diseño actual de la marca, basada en superficies limpias, proporciones poderosas y una combinación de elegancia y emoción.
• ¿Cómo se diferencian los modelos EQ eléctricos en su diseño? Adoptan un estilo más minimalista y aerodinámico, con parrillas cerradas, superficies fluidas y detalles tecnológicos futuristas.
• ¿Qué elementos son característicos del diseño de Mercedes? La parrilla central con la estrella, la proporción de capó largo y cabina retrasada, y la firma lumínica avanzada en faros y pilotos traseros.
• ¿El diseño de Mercedes ha cambiado mucho en los últimos años? Sí, ha evolucionado hacia líneas más limpias y digitales, pero mantiene rasgos clásicos reconocibles que refuerzan la identidad de marca.
• ¿Por qué es importante el lenguaje de diseño en una marca como Mercedes? Porque no solo crea coches atractivos, sino que transmite valores de lujo, innovación y prestigio que refuerzan la percepción de marca global.

Miguel Ángel Cobo – CEO Shevret & MotorLand Aragón, PM Audi & Nissan, CMO y PM Purista Hypercars.

De Becario a CEO en tiempo récord, sin enchufes ni contactos. Aprendiendo del diseño desde Shevret hasta las grandes marcas, donde entendí que el verdadero lujo es hablar un idioma estético universal.