Materiales de cambio de fase en automoción: la energía térmica como ventaja competitiva invisible7/19/2025 Materiales de cambio de fase en automoción: la energía térmica como ventaja competitiva invisible
Cuando trabajas en producto y te enfrentas a decisiones técnicas que afectan a rendimiento, eficiencia y coste, lo más valioso no siempre está en lo evidente. Hay tecnologías silenciosas, invisibles al usuario final, pero estratégicas para el éxito de un coche. Una de ellas es el uso de materiales de cambio de fase (PCM) en automoción.
Pocos lo conocen. Menos aún lo aplican bien. Pero quienes entienden el potencial térmico de los PCM, acceden a una ventaja en eficiencia energética, duración de componentes y confort que no se puede copiar con software ni tapar con marketing. ¿Qué son los materiales de cambio de fase y por qué importan en automoción?
Un PCM es un material que, al cambiar de fase (por ejemplo, de sólido a líquido), absorbe o libera grandes cantidades de energía térmica sin que varíe su temperatura. En automoción, se utilizan principalmente para almacenar o disipar calor sin necesidad de sistemas activos complejos.
Lo revolucionario no es solo su comportamiento físico, sino lo que permiten: gestionar la temperatura de componentes críticos sin depender de ventiladores, bombas o electrónica. Pura física, integrada en forma de cápsulas, láminas o matrices compuestas. Esto es oro en entornos donde cada vatio de disipación importa: electrónica de potencia, baterías, cabinas autónomas cerradas, sistemas de recuperación de calor o confort térmico pasivo en eléctricos. Una de las primeras aplicaciones industriales serias de PCM en automoción llegó de la mano de Mahle, proveedor global de sistemas térmicos. En colaboración con varios OEMs europeos, desarrollaron módulos que se integraban en el sistema HVAC de vehículos eléctricos, con almacenamiento térmico basado en PCM orgánicos encapsulados. En pruebas de campo, un eléctrico aparcado al sol durante 3 horas fue capaz de reducir el uso inicial del compresor en más de un 30%, gracias a la energía térmica previamente “capturada” por el módulo PCM. ¿El resultado? Mejor confort instantáneo, menor consumo energético y menos estrés térmico sobre el sistema HVAC. Este tipo de integración reduce no solo consumos, sino también ciclos térmicos extremos, lo que alarga la vida útil de componentes sensibles. Y todo esto sin requerir una fuente de energía externa o lógica de control compleja. Aplicación en baterías de los materiales de cambio de fase : disipación silenciosa, sin coste energético
Uno de los grandes retos en vehículos eléctricos sigue siendo la temperatura de operación de las baterías. Las curvas de rendimiento térmico de las celdas son estrechas, y los extremos, peligrosos. Los PCM permiten mantener ese umbral bajo control sin gastar energía activa.
Algunos fabricantes de celdas están explorando revestimientos internos basados en PCM inorgánicos de alta densidad, capaces de absorber los picos térmicos durante las fases de carga rápida. La diferencia no es trivial: más carga en menos tiempo, sin activar refrigeración líquida. Esto impacta en autonomía, tiempo de carga y fiabilidad a largo plazo. En palabras de un ingeniero térmico que conocí trabajando en prototipos de batería en 2021: “Si tu coche puede gestionar el calor en silencio, tiene ventaja aunque no suene a futuro”. Una puerta al rediseño del coche eléctrico: sin miedo al sol, sin ansiedad térmica
Imagínate un coche eléctrico urbano, aparcado 8 horas al sol en Sevilla en agosto. Hoy, eso implica llegar y activar el aire acondicionado a tope, con un pico de consumo que destroza la eficiencia. Pero con PCM integrados en el panelado del techo o en las puertas, ese coche habría almacenado parte del calor antes de alcanzar temperaturas extremas. Lo mismo ocurre al circular en entornos fríos: materiales de cambio de fase diseñados para liberar energía térmica en un rango bajo pueden ayudar a mantener estable la temperatura del pack de baterías, sin requerir resistencias adicionales.
Esto no es un futurible. Esto ya se está testando en vehículos pre-serie, en climas extremos, por fabricantes que no dan entrevistas sobre innovación, pero la practican a diario. Lo que aprendí en los años que estuve liderando producto es que muchas de las decisiones técnicas que marcan la diferencia no aparecen en las campañas publicitarias. Están bajo el suelo del coche, detrás del salpicadero o encapsuladas en una carcasa. Pero cuando se suman, definen el producto real. El que funciona. El que fideliza. El que se recomienda. Los PCM son una de esas decisiones. Si sabes integrarlos, puedes construir un coche mejor con menos. Si no los conoces, probablemente estés sobredimensionando tu sistema térmico, cargando peso innecesario o sacrificando eficiencia a cambio de confort. Los materiales de cambio de fase son un arma secreta que ya no debería ser secreta. Cada semana, comparto rarezas técnicas, errores evitables y tácticas reales de desarrollo automotriz. La newsletter ya suma más de 1.500 ingenieros y diseñadores. Apúntate. No hay spam. Solo verdad. Miguel Ángel Cobo
Ex-CEO MotorLand Aragón, PM Audi y Nissan. De becario a CEOen tiempo récord, sin enchufes ni contactos.
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