Modelado en arcilla: el arte tangible del diseño automotriz
En una era donde el diseño asistido por ordenador y las simulaciones tridimensionales dominan la industria, el modelado en arcilla permanece como una herramienta insustituible en el proceso de desarrollo de automóviles. No es una excentricidad nostálgica, sino una técnica clave que conecta la visión digital con la percepción física del diseño. A medio camino entre la escultura clásica y la ingeniería de producto, este proceso es donde la forma se convierte en emoción tangible.
Por qué el modelado en arcilla sigue siendo imprescindible
El modelado en arcilla permite a los diseñadores evaluar las proporciones, sombras, reflejos y tensiones de superficie en un volumen real. A diferencia del software, donde todo puede parecer perfecto, un modelo de arcilla revela incoherencias de forma, problemas de percepción y falta de carácter emocional. En otras palabras, transforma el "dibujo bonito" en objeto deseable.
Marcas como BMW, Audi o Toyota invierten millones en centros de modelado donde escultores técnicos y diseñadores trabajan codo a codo. El objetivo no es solo validar proporciones, sino también probar diferentes acabados, pintar superficies, afilar líneas o pulir curvas con la misma intuición que un escultor renacentista.
Todo comienza con datos CAD generados por los diseñadores digitales. A partir de ahí, se construye una estructura interna o "armadura" de espuma de poliuretano o metal, sobre la cual se aplica arcilla industrial (conocida como styling clay). Esta arcilla técnica está formulada para ser fácilmente moldeable, pero resistente a la deformación.
El modelado puede ser parcial (media carrocería) o completo (vehículo entero), según el objetivo del proyecto. Se utilizan herramientas manuales como cuchillas, espátulas y peines, pero también fresadoras CNC que perfilan los volúmenes en base a coordenadas 3D. El toque final lo da el ojo humano, que ajusta pequeños detalles a una escala que el software no capta. En algunos casos, se aplican películas reflectantes, pintura y elementos reales (luces, ruedas, espejos) para simular el aspecto final del coche bajo condiciones de showroom. Todo ello antes incluso de fabricar un solo panel definitivo. Historia y evolución del modelado en arcilla
El uso de la arcilla en automoción se popularizó en la década de 1930 gracias a Harley Earl, jefe de diseño de General Motors, quien instauró el "Art and Color Section" como base de los futuros departamentos de diseño industrial. Desde entonces, el modelado en arcilla ha acompañado cada evolución estilística de la automoción, desde los muscle cars americanos hasta los deportivos italianos contemporáneos.
A pesar de los avances digitales, ningún fabricante de alto nivel ha abandonado el clay modeling. Incluso Tesla, paradigma de lo digital, recurre al modelado físico en las etapas clave de validación visual y de proporciones
En un mercado donde la percepción de calidad y el carácter emocional del producto son decisivos, el modelado en arcilla aporta una ventaja que va más allá de lo visual. Permite traducir la marca en formas, identificar incoherencias de identidad y optimizar la interacción visual con el usuario.
Por eso, en el libro "Domina el negocio del automóvil: Guía completa de estrategia y diseño de coches", dedicamos un capítulo completo a este proceso, mostrando su impacto en la estrategia de producto, la percepción del cliente y la coherencia de marca.
Miguel Ángel Cobo Lozano
Ex-CEO de MotorLand Aragón, PM Audi, Nissan Consultor en estrategia de diseño y producto automotriz
0 Comments
Leave a Reply. |