Protección frente a Impacto Lateral: Un Pilar Clave en la Seguridad AutomotrizEn 1991, Volvo lanzó el modelo 850, que marcó un antes y un después en la industria al incorporar el Side Impact Protection System (SIPS). Este sistema no solo utilizaba refuerzos adicionales en los laterales del coche, sino que también redistribuía la energía del impacto hacia zonas más fuertes del chasis. ¿El resultado? Un 15% menos de lesiones graves en choques laterales, según datos de la época. La innovación de Volvo inspiró a otras marcas a desarrollar tecnologías similares, elevando los estándares de la industria y poniendo el foco en un problema que, hasta entonces, había recibido menos atención que los impactos frontales. Hoy, los vehículos modernos enfrentan nuevos desafíos. El incremento en la altura y el peso de los SUV ha cambiado radicalmente la dinámica de los accidentes laterales. En un choque entre un SUV y un turismo, las probabilidades de lesión severa aumentan drásticamente debido a la diferencia de altura de los puntos de impacto. Aquí es donde entran en juego soluciones como los airbags laterales de cortina, los sistemas de pretensores en cinturones y, sobre todo, los avances en tecnología de materiales. La protección lateral no solo depende de la estructura del vehículo, sino también de tecnologías avanzadas y simulaciones que permiten optimizar cada componente. Detrás de cada resultado positivo en una prueba de choque hay un equilibrio cuidadoso entre ingeniería, materiales y tecnología. En el corazón de la protección lateral se encuentra el pilar B, esa columna situada entre las puertas delanteras y traseras. En un impacto lateral, esta estructura actúa como un escudo que absorbe y distribuye la energía del golpe. Para soportar la deformación y mantener la integridad del habitáculo, los ingenieros recurren al UHSS (Ultra-High-Strength Steel), un acero ultra resistente que alcanza valores de tensión superiores a 1500 MPa. Un caso notable es el uso de acero al boro en el pilar B, que después de procesos de temple adquiere propiedades excepcionales de rigidez. Este material no solo soporta cargas extremas, sino que también permite diseños más delgados, lo que mejora el espacio interior del vehículo sin comprometer la seguridad. Marcas como Volvo y Toyota han liderado en la implementación de esta tecnología en sus modelos estrella. La geometría del pilar B no solo está diseñada para resistir, sino también para dirigir el impacto hacia zonas menos críticas del habitáculo. La estructura de un vehículo moderno es una mezcla cuidadosamente diseñada de materiales que cumplen funciones específicas. Además del UHSS, se emplean:
Algunos fabricantes están experimentando con estructuras de panal de abeja en materiales compuestos para mejorar la absorción de energía en los laterales. Antes de que un coche llegue a las calles, pasa por miles de simulaciones digitales que permiten optimizar cada detalle estructural. Utilizando software como LS-DYNA o Abaqus, los ingenieros replican impactos con alta precisión, ajustando el comportamiento de los materiales en milésimas de segundo. Un ejemplo práctico es la implementación de zonas de deformación programada en modelos como el Mercedes-Benz Clase E, donde el pilar B y los refuerzos laterales actúan como una primera línea de defensa, mientras que las puertas están diseñadas para deformarse y disipar energía. El diseño y los materiales utilizados en la protección frente a impactos laterales son solo una muestra de la complejidad y la innovación en la industria automotriz. Si deseas dominar este tipo de conocimientos y avanzar en tu carrera, no te pierdas la oportunidad de inscribirte en nuestro Diploma Gratuito en Diseño y Negocio Automotriz, donde aprenderás de expertos que han trabajado en proyectos de clase mundial. ¡Dale un impulso a tu éxito en la industria!
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