Punto de estancamiento, splitters, porpoising y flap Gurney: aerodinámica automotriz explicada para profesionales
El punto de estancamiento, el uso de splitters, el fenómeno del porpoising y los flap Gurney son conceptos esenciales en aerodinámica avanzada. Aunque a menudo se quedan en círculos especializados, entenderlos a fondo marca la diferencia entre un diseño competente y uno líder. Vamos a profundizar en cada uno, con ejemplos del mundo real que elevan tu visión técnica y profesional.
1. Punto de estancamiento: el origen de la fuerza aerodinámica
El punto de estancamiento es la zona donde el flujo de aire, al impactar directamente con la superficie frontal del vehículo, se detiene y divide. En automoción, este punto define la distribución de presiones en la carrocería. Ubicar correctamente esa zona permite controlar cómo fluye el aire hacia el capó, parabrisas y tomas de refrigeración.
Por ejemplo, ingenieros de BMW Motorsport han optimizado el rediseño del frontal del M4 GT4 para desplazar el punto de estancamiento ligeramente hacia atrás, reduciendo la presión en el capó y mejorando la eficiencia de refrigeración de frenos, sin perder agarre ni estabilidad. 2. Splitters: canalizadores de carga aerodinámica en el frontal
Los splitters son extensiones planas bajo el paragolpes delantero. Su función es generar carga aerodinámica al crear una zona de alta presión sobre ellos y baja presión debajo. Esto ayuda a mantener el eje delantero pegado al suelo a altas velocidades.
Por ejemplo, en prototipos de competición como el Audi R8 LMS GT3, los splitters se calibran al milímetro para equilibrar el flujo de aire, creando un “colchón” de presión que mantiene el coche estable al entrar en curvas rápidas sin generar rebufos turbulentos. 3. Porpoising: el efecto indeseado del éxito aerodinámico
El porpoising es una oscilación vertical —como el vaivén de una foca al nadar— causada por la interacción entre carga aerodinámica y suspensión rígida. Se vuelve crítico cuando se cruzan bajos extremos o fondos planos en coches de alto rendimiento.
Ferrari se topó con este fenómeno en los prototipos de Le Mans, donde a más carga y menos altura, el vehículo comenzó a “vibrar” por oscilaciones inducidas por variaciones súbitas de presión en el difusor. La solución técnica implicó readaptar la geometría del fondo plano y suavizar la curva de reacción de la suspensión. 4. Flap Gurney: sutil pero potente aumento de eficiencia
El flap Gurney es una pequeña pestaña vertical colocada en el borde del ala trasera. A pesar de su pequeño tamaño, provoca un aumento de presión en la parte superior y mejor separación del flujo, generando más carga aerodinámica sin penalizar significativamente al drag.
Este recurso se utiliza ampliamente en F1 y GT3. Mercedes lo incorporó en su AMG GT3 para ajustar curvas de carga en distintas configuraciones de circuito, aprovechando la versatilidad del flap para crear “niveles aerodinámicos” con mínimos cambios físicos.
Como ingeniero, diseñador o responsable de producto, comprender estos elementos es clave para optimizar el diseño del coche:
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Miguel Ángel Cobo
Ex‑CEO MotorLand Aragón, PM Audi y Nissan.
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