Husqvarna bil

Husqvarna bil

​Husqvarna bil, un visionario modelo de tres ruedas

¿Conoces el Husqvarna bil? La visionaria compañía de productos como motocicletas, máquinas de coser y motores fuera borda intentó lanzar en 1943 un ingenioso y visionario prototipo monoplaza de tres ruedas para el mercado de posguerra. ¿Te parece si lo conocemos?

Husqvarna bil, el prototipo monoplaza de posguerra

Suecia fue un país que sufrió bastante durante la Segunda Guerra Mundial. El panorama tras la invasión alemana era un pueblo arrasado y empobrecido. Por eso Husqvarna tuvo una brillante idea que realmente no era nueva, crear un vehículo monoplaza de bajo coste y consumo adaptable al mercado resultante. En cierto modo, una propuesta similar a la del régimen de Hitler con el Volkswagen Escarabajo, el coche del pueblo.
La compañía puso toda la carne en el asador con el nuevo diseño. Para ello contó con el jefe de desarrollo, el ingeniero Bengt Magnusson, también legendario piloto de carreras, el diseñador Carl Heimdal, el ingeniero Stig Tham y Henry Atterling, hijo del antiguo jefe de Husqvarna cuando era una fábrica de armas. De su incansable trabajo y debate nació el Husqvarna bil, un curioso mini vehículo de tres ruedas.
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En la idea original se pensaron en dos ruedas delanteras y una trasera. Todo ello unido a superficies acristaladas para ofrecer una visibilidad excelente.
Posteriormente se contraría a Birger Johansson, encargado de desarrollar el nuevo prototipo. Contaría con un motor de 500 cc de dos cilindros con motor de dos tiempos DKW con unos 20 CV de potencia ubicado en la parte central entre el conductor y la zona trasera.
Una parte espectacular del vehículo era el chasis, muy ligero a pesar de sus vigas de madera reforzadas en hierro. Contaba con suspensión individual y trasera con amortiguadores helicoidales horizontales. Incluso añadía un freno de mano similar al de una motocicleta para actuar sobre la rueda trasera.

Las primeras pruebas del Husqvarna bil

​Las primeras pruebas de este singular vehículo comenzarían en 1943, cuando era poco más que un chasis. Luego se fueron añadiendo novedades, como las ventanas laterales, que no subían ni bajaban, pero sí se doblaban de forma lateral.
Ante la escasez de combustible por la guerra, su usó una mezcla con aceite de ricino para ponerlo en marcha.
Sin embargo, el coche sufrió muchos cambios. Intentaron añadir bisagras verticales para añadir puertas de ala de gaviota, como las del Mercedes 300 SL. Al tener una sola rueda trasera, las primeras versiones no tenían marcha atrás. Luego se logró añadir a su caja de cambios de tres velocidades.
Finalmente, tras años de prueba y ensayos, salió a carretera en la zona de Smaland. Su sección de rueda bastante grande ofreció una conducción bastante decente según las crónicas de la época. Era muy rápido, capaz de alcanzar 80 kilómetros por hora, que no está mal para su tiempo.
Pero el resultado final real fue ver el Husqvarna bil como un prototipo mini bastante estimable, pero solo disfrutable en los estands de las exposiciones, ya que fueron obligados a abandonar el proyecto en 1944. Hoy es un modelo bastante poco conocido, pero muy estimable sin pensamos en las duras condiciones en que fue diseñado y testado.

Autor: Pedro González Núñez