La historia real del automóvilEl primer indicio de un automóvil lo encontramos poco antes del año 550dC cuando el emperador Xiao Yi describió en el Libro del Maestro del Salón Dorado una serie de vehículos impulsados por vela que podían transportar hasta treinta personas. Se tiene constancia de un carro construido en el año 610dC en China para el Emperador Yang de Sui.
En los años posteriores son cada vez más frecuentes en la historia. En 1472 Robert Valturio propone un carro impulsado por un molino, pero no se lleva a cabo.
Pasan casi 800 años para ver un indicio de un automóvil que no derive directamente de la concepción de un barco.
Aparece en 1672 y fue un juguete diseñado por Ferdinand Verbiest autopropulsado por vapor para la distracción de un emperador chino. Medía 65cm de largo, su intención no era la de transportar
En 1748 Jacques de Vaucanson diseña un carruaje movido por un gran mecanismo de relojería
En 1752, Leonty Shamshurenkov construyó un vehículo de cuatro ruedas movido por un complejo sistemas de pedales. Se considera el primer vehículo autopropulsado de la historia.
En 1760, un clérigo suizo, J.H. Genevois, ya sugirió un pequeño carro movido por molinos de viendo que, a su vez, propulsarían las ruedas
En 1769 se inventó el primer vehículo de la historia, capaz de transportar pasajeros. Fue construido por Nicholas-Joseph Cugnot. Era un vehículo pesado de tres ruedas llamado Fardier, aunque también es conocido como Cugnot en honor a su inventor. Llevaba una enorme caldera en la parte frontal y un motor de dos cilindros verticales. La rueda delantera era a su vez directriz y motriz. Todo esto lo convertía en un vehículo sumamente lento y difícil de manejar.
Es interesante el hecho de que este vehículo apareciera 30 años antes de la invención de la primera locomotora de vapor
En 1784 William Murdock fabrica un triciclo que llevaba una chimenea en la parte posterior. Estaba movido por una máquina de vapor de Watt, inventada en 1765.
En 1789 Oliver Evans diseña un vehículo anfibio denominado Oruktor Amphibolos, es interesante que el primer vehículo estadounidense y uno de los primeros del mundo fuera anfibio. También estaba propulsado por vapor. Según muchas fuentes se considera como el primer vehículo anfibio, pero la realidad es que hubo muchos inventos anteriores a este, pero que no gozaron del suficiente crédito en la historia.
Durante estos años hay múltiples medios de transporte a vapor, el Cugnot fue el primero de ellos, pero no fue un invento aislado.
En 1801 el inventor Richard Trevithick diseña la denominada Puffing Devil Road Locomotive, uno de los primeros vehículos y el primero en llevar motor Steam. El invento no era diseñar una locomotora que se condujera sin carriles, puesto que no existían en ese momento. La primera locomotora fue inventada tres años después, también por Trevithick.
Alrededor de 1805, el ruso Ivan Kulibin diseñó un vehículo propulsado a pedales y ayudado por una máquina de vapor. Aunque no se pueda considerar un automóvil, es un antecedente a tener en cuenta debido a que compartía muchos elementos con los actuales automóviles, como frenos, caja de cambios, volante y los ejes tenían rodamientos.
En 1807 Francois Isaac de Rivaz patentó el primer vehículo en emplear un motor de combustión interna de la historia; estaba alimentado por hidrógeno. Un año después, en 1808 fue llevado a cabo. El gas de hidrógeno estaba contenido en un globo y el encendido era un arrancador eléctrico Volta. La gasolina no se usó para motores de combustión interna hasta 1870, cuando se inventaron los carburadores para convertir los combustibles líquidos no combustibles en una forma de mezcla gaseosa combustible.
En 1815 Josef Bozek fabricó un vehículo propulsado por aceite.
En 1832 un escocés llamado Robert Anderson inventó el primer automóvil eléctrico puro. No era recargable, una vez se agotaba había que cambiar la pila.
En 1835 el holandés Sibrandus Stratingh inventó un automóvil a pequeña escala que funcionaba con electricidad. A pesar de que los automóviles eléctricos aparecieron antes que los de combustión interna, a finales de la década de 1920 dejaron de fabricarse
El primer automóvil movido por aire comprimido fue creado por Frenchmen Andraud y Tessie of Motay en 1838. Realmente, 10 años años antes a esta fecha aparece un vehículo ideado por Bompas pero no existe la certeza de que fuera llevado a cabo.
En 1860, Etienne Lenoir desarrolla un vehículo denominado Hippomobile. Este vehículo está impulsado por un motor de dos tiempos de un único cilindro. A pesar de emplear un motor de combustión interna, es impulsado por hidrógeno.
En 1865 Henry Seth Taylor diseñó un vehículo de vapor que funcionaba con un motor steam de dos cilindros
En 1870 el alemán Siegfried Marcus inventó el primer automóvil de combustión interna movido por gasolina. Inicialmente llevaba un motor de dos tiempos pero finalmente llevó uno de cuatro tiempos. Posteriormente refinaría su invención, añadiéndole frenos, embrague y dirección.
Amédée Bollée construye en 1873 un carruaje que podía transportar pasajeros, estaba propulsado a motor. Algunas fuentes lo consideran el primer vehículo real
En 1885 Benz inventó vehículo que históricamente se ha definido como el "Primer automóvil de la historia", se denominaba simplemente Motorwagen (vehículo motorizado en alemán). Estaba impulsado por un motor de combustión interna alimentado por gasolina. La producción en masa comenzó en 1888 y un año después fue expuesto en la Exposición Universal de París. Hasta antes de eso, los automóviles no eran muy conocidos por el público general
En 1901 se inventó la primera cadena de montaje, de la mano de Ransom Eli Olds, ideada para la fabricación del Oldsmobile Curved Dash. La primera cadena de montaje no fue inventada por Henry Ford, a pesar de la creencia popular. Henry Ford perfeccionó la cadena de montaje en 1913
Miguel Ángel Cobo (investigación) / Ana Isabel Rodríguez Lehto
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La historia de los coches voladoresSiempre se han presentado como el “primer coche volador” pero la verdad es que la historia del automóvil está repleta de “primeros coches voladores.” De hecho en cada libro aparecerá un vehículo totalmente distinto presentado como el primero. Es más, a día de hoy las cabeceras de las noticias presentan las marcas actuales del sector como el primero en su categoría, incluso algunos prototipos que aún no se han desarrollado se presentan como el primer coche volador. Si tratásemos de adivinar de cuando viene la idea del coche volador, es posible que pensemos que sea del siglo anterior, del S.XXI. Pero aunque parezca increíble, es que la primera idea de un coche volador es incluso anterior, del siglo XIX. Tengamos en cuenta que en ese siglo, S.XIX se inventó el primer coche de combustión interna, el Benz en el año 1885. Si ya sabemos que el primer concepto del coche volador es de ese siglo, la lógica nos dicta a pensar que la primera idea de un coche volador datará entre el año 1885 y 1899. Nada más lejos de la realidad. El primer concepto de un coche volador aparece casi medio siglo antes. Sus inventores e ingenieros, William Samuel Henson y John Stringfellow, patentaron el vehículo que bautizaron como Ariel (The Henson Aerial Steam Carriage) en 1843. Estaba impulsado por motores de vapor y el tamaño era desproporcionado ya que poseía unas unas alas de más de 45 metros de longitud y más de nueve de cuerda, sus creadores aseguraban que el modelo podría transportar más de una tonelada de peso. A principios de 1844, se pusieron manos a la obra para preparar una nueva versión del Ariel, con unas alas de 6 metros de longitud y un peso de 13 kilogramos. Era necesario que aquel intento de coche volador tomara impulso y que al acabar de recorrer la rampa se impulsara para despegar y emprender el vuelo. Tras siete semanas de continuas pruebas, no lograron que el coche llegara a volar. Debido a su extrema ligereza cada impacto suponía daños importantes en el invento, por lo que las reparaciones podían durar varios días. Ambos inventores siempre achacaron los fracasos a la falta de consistencia de su prototipo. La cantidad de intentos fallidos sin ningún resultado favorable, junto a la falta de presupuesto hizo que el proyecto de abandonara. Con el tiempo se ha demostrado que muchos de los conceptos que William Samuel Henson y John Stringfellow plasmaron en el Ariel Steam Carriage eran totalmente acertados y adelantados a su época.
Actualmente no se consideraría un coche volador, porque no podría circular por carretera al no poder extraerse o abatirse sus alas. Aún así no deja de ser interesante que ya se desarrollaran estas ideas en el siglo XIX, cuarenta años antes de que apareciera el primer vehículo de gasolina de la historia. Esto simplemente nos da una perspectiva de que la idea del coche volador se desarrolla al unísono que se desarrolla el automóvil, y no es una idea revolucionaria propia únicamente de nuestros días.
Consiste en una estructura tubular de forma pirámide truncada de algo menos de dos metros de altura. Dispone de cuatro ruedas, siendo las dos delanteras con dirección manejada por volante Dispone de un asiento bajo y el motor de combustión interna queda a un metros aproximadamente del suelo, por lo que queda justo por encima de la visión del conductor. Se decidió hacer un primer intento de vuelo el 18 de marzo 1906 y voló unos 12 metros. El vehículo puede no considerarse totalmente un automóvil, ya que no se especifica si se diseña como automóvil o como avión, aunque está manejado con volante.
En 1928 aparece el Aerocar, ninguna fuente ha confirmado que pudiera llegar a volar.
La misma estructura se emplea más adelante en otros modelos, una cabina con una forma más cercana a la de un helicóptero pequeño que a la de un avión, es decir, sin cola. El Arrowbile tenía una hélice trasera y unas alas extraíbles. No se le acopla ningún tipo de cola, así que no cuenta con esta durante el vuelo. El coche se podía convertir tanto en avión como en automóvil, eso sí, la hélice trasera la mantenía en cualquier versión. Podía volar a 180km/h y en modo automóvil, alcanzar los 96km/h, tenía una potencia de 100cv. Seis unidades se fabricaron, su producción cesó en 1957.
Tres años más tarde, en 1940, se construye un híbrido entre automóvil y helicóptero, el Dixon Flying Car. Consigue volar también.
Podemos ver una imagen de la época en la que se muestra un coche volador de 1946 en las dos versiones del vehículo, en modo coche y en modo avión.
En 1949 aparece un vehículo que no se puede dejar sin mencionar, el Taylor Aerocar, el coche volador más conocido, con un diseño también similar al mostrado en la anterior imagen, aunque de mayor tamaño, mas estilizado y con un frontal más cercano al de cualquier coche que al de un avión. Sus alas eran removibles también.
Se pueden dividir en tipo avión y tipo helicóptero. Además del tipo parapente. Dentro de los que son tipo avión, los hay que se pueden extraer sus alas y los que se pueden abatir. En 1989 aparece el Aviauto, un ingenioso modelo que también abate la cola y no solamente las alas. La ventaja de que sus componentes sean abatibles es que teóricamente, pueden cambiar de un modo a otro en cualquier lugar. Mientras que en las que son removibles, si se desea pasar a modo coche es necesario contar con un almacén para guardar las alas mientras se circula con el vehículo, y mientras tanto no tiene ninguna posibilidad de volar, porque simplemente tiene las alas guardadas en el garaje, tendría que volver a por ellas.
Dentro de los vehículos del tipo helicóptero, encontramos los que llevan un solo rotor y los “cuadricópteros” que equipan cuatro rotores, tienen un diseño como el de los actuales drones.
Los vehículos de tipo parapente son un concepto nuevo y que al contrario de los anteriores si está teniendo una cierta aceptación en el mercado. Estas marcas son Maverick, Vaylon, Parajet y SkyRunner. Estos vehículos son buggies con las funciones todoterreno muy desarrolladas y que portan un motor de hélice trasero y llevan un gran parapente. Todos estos vehículos están equipados con un paracaídas de reserva. El parapente tiene que ser colocado antes de iniciar el vuelo, es decir, hay que detener el vehículo si se está circulando, y colocar el parapente, no se abre ni se despliega automáticamente. La función de estos vehículos es totalmente distinta a los dos nombrados anteriormente, no se basan en la idílica idea del vehículo volador de las películas futurísticas, sino que han desarrollado un paso más el concepto de vehículo recreativo.
Son vehículos realmente ligeros, sus velocidades por tierra no son excesivas ya que no suelen superar los 150km/h. El fabricante francés Vaydor fabrica un modelo que está homologado en Europa, por lo que es de legal circulación en España. Actualmente están intentando abarcar más mercado que el recreacional, intentando abrir mercados en las áreas de vigilancia y patrullaje ya sea de playas, parques naturales o cualquier otra área de grandes dimensiones, misiones humanitarias, y para el sector turístico. Y como siempre, para el ejército.
Miguel Ángel Cobo (investigación) / Ana Isabel Rodríguez Lehto
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